Macro

El Banco Central evaluó intervenir el mercado cambiario en su última reunión y también consideró aumentar la tasa en 100 puntos

En la cita, que concluyó un día antes de la intervención, el ente rector seguía planteando que “los mercados habían sido capaces de absorber los shocks de manera adecuada y la volatilidad en el mercado cambiario no se había trasladado a otros segmentos del sistema financiero”. 

Por: Montserrat Toledo | Publicado: Jueves 28 de julio de 2022 a las 09:18 hrs.
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La última reunión de política monetaria fue el 12 y 13 de este mes. Foto: Julio Castro
La última reunión de política monetaria fue el 12 y 13 de este mes. Foto: Julio Castro

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Una semana ajetreada para el Consejo del Banco Central fue la que comenzó el 11 de julio. Con el tipo de cambio en niveles históricos, ese lunes el ente rector publicó una declaración sobre lo que estaba evaluando en el precio del dólar, el miércoles decretó que subiría la tasa de política monetaria en 75 puntos base -dejándola en 9,75%- y el jueves 14 anunció una intervención cambiaria. 

La minuta de la reunión de ese 12 y 13 de julio ya anticipaba lo que se venía.

Por una parte, el texto señala que, en ese momento, el cobre había sufrido una “baja significativa”, ubicándose en torno a US$ 3,3 la libra, dando cuenta de una merma de más o menos 20% desde el encuentro anterior. El Consejo planteó que “el mercado financiero nacional ha mostrado un desempeño en línea con las tendencias globales y en un contexto de elevada incertidumbre local”. Esto se traduce en que entre reuniones el IPSA había acumulado pérdidas de 5%, y el tipo de cambio se había depreciado “con fuerza” -o sea poco más de 20% desde la reunión anterior- con una “alta volatilidad”. 

En este cuadro, y pese a que al día siguiente anunció su programa de intervención cambiaria y provisión preventiva de liquidez en dólares, el acta señala que “hasta ahora, los mercados han sido capaces de absorber los shocks de manera adecuada y la volatilidad en el mercado cambiario no se ha trasladado a otros segmentos del sistema financiero, los que han operado con niveles de liquidez adecuados”. Se añade, además, que “el crédito bancario local continúa registrando un débil dinamismo, en medio de condiciones de financiamiento que permanecen restrictivas”. 

“Se discutió acerca de los desarrollos que se estaban observando en el mercado cambiario, concordando en que se debía realizar una evaluación continua de la situación, pues se estaban observando cambios con una inusual rapidez”, se lee en el acta, que detalla que en los últimos días “se estaba acumulando un incremento significativo de la volatilidad cambiaria, lo que podría introducir una diferencia respecto de la evaluación hecha a comienzos de esa semana”. 

Además, las minutas señalan que “hubo coincidencia en que el banco no tenía ninguna limitante para actuar en el mercado cambiario, pero que cualquier acción en esa materia debía ser analizada en su mérito, refiriéndose al funcionamiento de dicho mercado y sus eventuales repercusiones en otros segmentos del mercado financiero”. 

En línea con lo anterior, “hubo acuerdo en que, si bien existen vasos comunicantes, la decisión de política monetaria no tiene relación con un nivel determinado del tipo de cambio, sino que con la evaluación de las implicancias inflacionarias de los movimientos de la paridad”.

¿75 o 100 puntos?

El acta da cuenta de que la inflación ha seguido al alza: en junio alcanzó un 12,5% anual y su componente subyacente subió a 9,9% en doce meses. “La información conocida desde la publicación del IPoM, en particular el efecto inflacionario de corto plazo de la fuerte depreciación del peso, indicaba que la variación anual del IPC sería mayor que la estimada en el IPoM pasado”, se lee en el acta. 

En este cuadro, el Consejo se planteó que para asegurar el mismo nivel de tasas de interés reales al considerado previamente, “se requería un mayor nivel de tasa nominal en el horizonte en el cual las expectativas de inflación habían subido”, a lo que se suma que “se estimaba que el deterioro de las condiciones financieras y la mayor incertidumbre del escenario macro tendrían un efecto negativo en la demanda a partir de los próximos trimestres”. 

Para asegurar la convergencia de la inflación a 3% en el horizonte de política, los consejeros coincidieron en que era necesaria una trayectoria de la TPM más alta que la estimada en el IPoM de junio, por lo que analizaron tres opciones: subir la tasa en 50 puntos, aumentarla en 75 pb o en 100.

La primera alternativa se descartó porque “no parecía coherente con el encuadre macro actual”. La minuta señala que varios consejeros plantearon que un alza de esta magnitud se encontraba por debajo de lo esperado en los precios de mercado, “lo que podría aumentar la volatilidad cambiaria y, eventualmente, causar problemas en otros segmentos del mercado financiero”.

Incrementos de 75 o 100 puntos eran las opciones, y “a juicio del Consejo, optar por una u otra debía considerar aspectos contrapuestos, como los riesgos asociados a las mayores presiones inflacionarias o las fuerzas contractivas de mediano plazo”. Según el acta, “hubo consenso en que más allá de esta evaluación, era bastante probable que el proceso de aumento de la TPM debería continuar y que un alza de 75 pb dejaba más espacio para la evaluación que se realizaría en el IPoM de septiembre”.

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